En un afán por retrasar los signos del envejecimiento buscamos la mejor rutina de cuidado facial encaminada a disminuir la apariencia de las arrugas. Pero lo cierto es que este objetivo pasa también por la adopción de una serie de hábitos saludables que nos protejan tanto por dentro como por fuera.
En este sentido, dormir bien, hacer ejercicio y seguir una dieta saludable juegan un papel fundamental. Respecto a la alimentación, los mejores aliados contra el envejecimiento son los antioxidantes. Su ‘superpoder’ reside en que previenen el deterioro celular, combaten el estrés oxidativo y refuerzan el sistema inmune.
Según un artículo sobre antioxidantes publicado en la revista científica Elsevier, “los alimentos, además de sus funciones plásticas y energéticas, tienen la facultad de proteger estructuras ante la formación de radicales libres”. Con el paso de los años el cuerpo genera radicales libres, cuya producción se acelera a consecuencia de la contaminación, abusar de la exposición al sol y el consumo de alcohol y tabaco.
Dichos radicales libres se relacionan con el estrés oxidativo, que a su vez implica la aparición de ciertas enfermedades degenerativas, cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, son los culpables del envejecimiento fisiológico. “Los antioxidantes presentes en los alimentos pueden ayudar a prevenir algunos de estos procesos, pero también a paliar o enlentecer algunas de estas enfermedades”, señala el citado artículo.
Los antioxidantes se dividen en tres grupos: los carotenoides, los polifenoles y las vitaminas de los grupos C y E. Estos compuestos ayudan a nuestro cuerpo a defenderse frente a los radicales libres, combatiendo el estrés oxidativo y el envejecimiento celular. Pero nuestro organismo no genera antioxidantes por sí solo, sino que se obtienen a través de la ingesta de determinados alimentos.
Aceite de oliva
Sobresale por su aporte de vitamina E, fundamental para reforzar el sistema inmune y ralentizar el envejecimiento. También contiene polifenoles, con efectos vasodilatadores, vasoprotectores, antitrombóticos y antiinflamatorios.
Acelgas
Además de contener mucha fibra, incorporan flavonoides, catequina y taninos, los cuales cuentan con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Arándanos
Los arándanos son uno de los alimentos con mayor contenido de antioxidantes, gracias a su alto aporte en polifenoles y antocianinas. Ayudan a reducir el colesterol, regulan la presión arterial y entrañan efectos protectores cardiovasculares.
Brócoli
Es rico en betacarotenos, vitamina C, selenio, potasio, zinc provitamina A, luteína y zeaxantina, conque además contribuye a una buena visión.
Cacao
El cacao puro y el chocolate negro contienen un alto aporte en polifenoles.
Espinacas
Incluyen vitamina E, betacarotenos –precursor de la vitamina A–, luteína y zeaxantina.
Moras
Las moras tienen vitaminas A, C y E, así como ácido fólico.
Té verde
Contiene catequinas, un antioxidante muy beneficioso para el organismo.
Tomate
Es una fuente de licopeno, caroteno y vitaminas A, B1, B6 y C.
Zanahoria
Sobresale por su alto contenido en betacarotenos que, como hemos visto, es un precursor de la vitamina A.
