BARCELONA — Dani Alves, en calidad de detenido, prestó declaración este viernes en la comisaría de los Mossos de Esquadra de Barcelona (la policía catalana), y se trasladó a la Ciudad de la Justicia, donde, según confirmaron fuentes del cuerpo policial a ESPN, debe ser interrogado por el juez por el caso de presunto abuso sexual que se sigue en su contra.
El futbolista de Pumas de la Liga MX, detenido por la Unidad Contra Agresiones Sexuales de la policía, fue conducido por un coche patrulla a las dependencias judiciales a la espera de que el titular del Juzgado Número 15 determine las medidas a tomar, no descartándose que pudiera ser interrogado este mismo viernes o permanecer bajo custodia, siéndole retirado el pasaporte o incluso permaneciendo en los calabozos hasta dicho interrogatorio.
Alves llegó a primera hora de la mañana a la comisaría en compañía de su abogada y escoltado por miembros de la policía. Poco después de las diez, tras prestar declaración, fue introducido en el coche patrulla y trasladado al juzgado.
El caso de presunta agresión sexual nació en la madrugada del 30 al 31 de diciembre, cuando una mujer denunció a los servicios de seguridad de una discoteca de Barcelona que el brasileño había abusado de ella, tocándole bajo la ropa interior.
Inmediatamente los responsables del local contactaron con la policía, que se personó en el lugar y se puso en marcha el protocolo para estos casos por medio de la propia policía, que tomó declaración a varios testigos y se hizo con las imágenes de las cámaras de seguridad.
La mujer presentó denuncia contra Alves el 2 de enero mientras el propio futbolista negó los hechos, asegurando en un programa de televisión que “no sé quien es esta señorita. No la conozco, ni la he visto en mi vida”.
