Se puede decir que los flavonoides son cápsulas medicinales que están contenidas en frutas, semillas, tallos, hojas y verduras y que, además de ayudar a prevenir enfermedades, pueden ser la clave para lograr una sana longevidad.
Si cada semana tenemos un menú variado en el que esté presente el brócoli, la cebolla, el pimiento, la manzana, la naranja, las uvas, el vino, el té y el chocolate negro, entre otros populares alimentos, podremos confiar en que tenemos una buena dosis de estos protectores de la salud.
Los estudios científicos que se han hecho para identificar las propiedades de estas sustancias naturales han arrojado resultados que dan cuenta de sus increíbles beneficios a favor de quienes consumen los alimentos que contienen una o algunas de las 6000 variedades de flavonoides que se han identificado hasta ahora.
Antes de mencionar los alimentos que los contienen, es conveniente conocer exactamente por qué son indispensables en la dieta.
Escudos contra los virus
Los virus son capaces de causar un abanico muy variado de enfermedades que van desde una simple gripe, pasando por la hepatitis y el SIDA, hasta el nuevo archienemigo COVID-19, que en los últimos tres años ha causado más de 6,4 millones de muertes y más de 620 millones de casos en el mundo entero.
Aún se desconoce cuál es el mecanismo de acción de los flavonoides contra los virus, pero diversos estudios han demostrado que funcionan como unas grandes barreras que además de prevenir el paso de enemigos virales al organismo, tienen la capacidad para liberar unas buenas dosis de fortaleza.
Contra el COVID-19, específicamente, los científicos han comprobado la efectividad de algunos flavonoides en la entrada al organismo y ciclo de replicación del virus. Entre esos flavonoides se cuentan la quercetina, la baicalina, la luteolina y la hesperidina.
Un estudio publicado en 2021 demostró que los flavonoides actúan como escudos efectivos contra los virus en general.
Hoy en día los flavonoides son considerados componentes fundamentales en una buena cantidad de productos de la industria farmacéutica y cosmética pero lo más conveniente es incorporarlos de forma definitiva en la dieta, en sus presentaciones naturales en vegetales, frutas, verduras, té o vinos para que el organismo mantenga la barrera antiviral fortalecida.















































































